Me posee tu mudo afán de herirme sin presencia,
como si abofetearas mis noches
y en mis sueños te armaras
con balas de recuerdos y filos de piel.
Me miras ignorando tal vez
que estás mirando como se muere la
FE, la
LIbre disposición de sonreír, el
PEnoso suspiro de las mañanas.
FE, la
LIbre disposición de sonreír, el
PEnoso suspiro de las mañanas.
Ensimismada en horas largas
se me agolpa la tropa de palabras resonantes,
se me agolpa la tropa de palabras resonantes,
el eco brutal del desprecio,
y las tantas pulseras de dolor
que a distancia me regalas,
por el puro afán de herirme con tu ausencia.
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